El Eterno Adiós al «MAESTRO»: Luis D’Orieux
Quedé paralizado cuando esa noche recibí el mensaje de Cachi Pajon diciéndome que el MAESTRO había fallecido, no lo podía creer (justo ese día, a la tarde, hable con Luisito para saber de el), en ese momento me invadió una tristeza enorme, no me caía la ficha.
Esa noche me quede pensando en el momento en el que conocí a EL MAESTRO Luis D’orieux. Fue una vez cuando trabajaba con mi viejo en refrigeración y teníamos el service oficial de un montón de marcas. En aquel entonces Los Peces Gordos ya eran enormes en la escena rockera tucumana, y yo todavía estaba aprendiendo a tocar la bata. Veo que mi viejo hablaba con alguien por teléfono para que le veamos un aire en garantía (para mí era un amigo de el por como hablaban), corta y me dice, “me acaba de hablar El Gato» D’orieux”, yo lo mire, fruncí mi seño y le pregunte, «quién??», y me dice «El Gato D’orieux, el baterista de Los Peces Gordos», yo lo conocía como el «Gordo D’orieux», y me cuenta que el era compañero de la secundaria en la E.N.E.T. y le decíamos así porque tenía una pupila como un gato jajajajaja, cosa que yo no sabía en ese momento…
La cuestión es que fuimos a su casa a verle el aire y estuvieron recordando anécdotas del colegio toda la tarde, hasta que mi viejo le dijo «mi hijo también toca la batería», me miro y me dijo «en serio?», «quien te enseñó?» y le dije Pedrito Chaban de la 448 y me dijo «un gran batero, veni para aquí te quiero mostrar algo», me llevo a su sala y empezamos a hablar de batas y bateros, puso unos VHS geniales, saco para mostrarme un redoblante bañado en oro, me regalo unos palos, me empezó a sacar cds y videos de técnicas, yo estaba en el paraíso, no me quería ir de ahí jajajaja y mi viejo con una cara de aburrimiento único jajajajaj esa tarde me volví a casa con mi bolsita de cumpleaños jajajajaj. Con los años y por cuestiones de la vida cotidiana nos alejamos pero nunca perdimos el contacto, siempre nos volvíamos a encontrar, hasta hace muy poco estuvimos hablando de Esteban Cerioni, contándome de su amistad con él. El Maestro tenía una humildad única, te brindaba todo, lo recuerdo con mucho cariño.
Es por eso que quise hacerle un humilde homenaje a uno de los más grosos que nos dio el Rock Tucumano, EL MAESTRO Luis D’orieux.
Luis Dorieux (hijo): La pasión que tenía por la música era lo más grande. No existían feriados ni cumpleaños, él daba todo por eso, y al que iba a su casa a visitarlo aunque sea un sándwich de mortadela le daba. Fui su plomo durante mucho tiempo, desde los 8 años. Lo vi tocar sin dedos en los pies, sin piernas. Una vez terminó el show y tenía toda la venda embebida en sangre.
Muchas veces perdimos, cómo cuándo fue la inauguración del boliche Lancaster que no tenían para pagarnos y esperamos hasta el otro día a las 6 de la mañana para poder volvernos en colectivo ya que nos dejaron en la calle, pero así también alguna vez ganamos.
Recuerdo una vez que vino Shakira a Tucumán, a Canal 8, y ella estaba con un amigo de mi papá que era fletero y le estaba transportando las cosas a ella; mi papá lo ve y se acerca a saludar y le pregunta que andaba haciendo y él le dice «la estoy llevando a dar un par de vueltas por acá a que haga unas presentaciones en unos programas a esta chica Shakira, no sé si la conoces»; a mi papa le sonó Shakira a cantante de cumbia, sin saber quién era, entonces mi papa le dice a ella, «mira aquí en el norte te va a ir muy bien, si quieres yo tengo amigos con los que te podemos acompañar tocando cuando vos vengas». Después nos cuenta a nosotros mientras la veíamos en canal 8 y le contábamos quien era Shakira jajajaj
Hay muchas anécdotas, fueron a casa a comer Baglietto, los Memphis, los músicos de Diego Torres, de Pedro Aznar, entre otros. Cada vez que venían bandas de afuera siempre lo recomendaban a mi papá. De hecho en una de esas recomendaciones grandes, en los 90′ lo escucha a mi papá Jota Morelli, no sé si fue cuando se fue Araujo de Divididos y lo llamaron a mi viejo para que se pruebe y toque con ellos, pero mi papá no podía, por su trabajo y por su familia. No se presentó y quedo ahí, nunca se presentó a la prueba. Siempre le prestaba la batería a todos los músicos que venían de afuera, a Raphael, Roberto Carlos, a todos por recomendación.
Me es difícil contar algo puntual de mi papá, por tantas cosas vividas, anécdotas, experiencias y enseñanzas, y una de esas cosas más grande que me enseño, era perseguir mis sueños y hacer lo que me gusta, como él lo hizo.
Fabian «Cocina» Cosiansi: Cada vez que nos encontrábamos con el Gordo me decía, «Fabian, pensar que vos y Silvio (Mercado) son los únicos dos que no han sido alumnos míos y sin embargo los quiero como si lo hubiesen sido». Por esas cosas de la vida nunca pude estudiar con el Gordo, porque él era el único que enseñaba en esa época. Yo era autodidacta y en ese sentido, el se sentía identificado conmigo, que habíamos aprendido a los ponchazos como aprendíamos antes, escuchando los grandes bateros en cassettes o vinilos, así sacábamos los temas; muchos años después pude estudiar en Buenos Aires, de todas formas yo siempre iba a la casa del Gordo.
Me acuerdo en la época de La Insignia cuando íbamos a tocar a Santiago y teníamos que pasar por la policía de la frontera y había que decir «grupo musical Los Peces Gordos amigo…», le teníamos que decir así al cana, y el cana se reía porque sabía que no éramos Los Peces jajajajaj, y nos decía «haber, donde está el Gordo Dorieux» y nosotros le decíamos, «está dormido aquí atrás», casi siempre íbamos con Karma y nos cagábamos de risa con los chicos porque el vago nos decía «cuantas veces va pasar el Gordo» jajajaja. Era la única forma de que pasemos sin problemas, los canas eran amigos del Gordo, obvio…
En el año 2015, justo en la radio que estoy ahora (Radio Universidad), los viernes a la noche está Enrique Venezra, un famoso locutor, un capo, que fue también baterista y un apasionado de la música. Nos juntamos un día y dijimos «tenemos que hacerle un homenaje en vida al Gordo Dorieux», por todo lo que fue y lo que hizo para la música tucumana. Entonces decidimos hacerle algo lindo ya que tuvo reconocimiento en todos lados, en Bueno Aires, en EE.UU., en fin… pero aquí no había tenido su reconocimiento. Me pongo al hombro el proyecto, me prestan la sala del Círculo de la Prensa y empiezo a hablar con todos los bateros y amigos para convocarlos. La idea era que el Gordo no se entere, pero un día, en medio de los preparativos me llama y me dice «che Faby ya sé que tiene que ser una sorpresa para mí, y sé que yo no tengo porque saber, pero yo ya sé que me van a hacer un tributo«. No sé cómo mierd.. sabía, me pincha el globo y me dice «yo quiero saber para invitar unos amigos de Buenos Aires«; era para él el tributo pero también lo coordinaba, era muy gracioso. Se dio el gusto de tocar con gente muy querida, había dos baterías, una para el Gordo y otra donde tocaba el invitado, Bernardo Yacono, Charly Medina, Silvio Mercado, su hijo Sergio, Cacho Palomino, yo y muchos otros. Fue una noche hermosa que no me la olvido más, después terminamos en el bar del Círculo.
La única vez que yo no pude tocar con 180°, me reemplazo el Gordo, lo cual fue un honor para mí. Fue en el año 2017 en «La Negra», tocó sin haber ensayado y salió genial. Después publicô en su Facebook dándonos las gracias a mí y a 180°. Siempre fue muy generoso el Gordo, guardo los mejores recuerdos de él.
Luis D’orieux – Un Luchador!!
Bernardo Yacono: Ir a visitarlo al Gordo era como ir a Disney, siempre te volvías con algo, palos, platos, revistas, DVD, sus historias y el cariño de toda su familia. Luis y Sil siempre recibiéndonos con la mejor. Hace 9 años atrás, Luis me presentó quien hoy es mi esposa, le estaré eternamente agradecido y creo que ni se la esperaba. Historias hay de sobra, una noche de tormenta e inundaciones lo rescatamos detrás del escenario de Casa de Gobierno, estaba solo, con su remera infaltable de los Peces… con mi esposa lo bajamos, no sé como pero no pudimos medir ni calcular nada, sin pensar en 15 segundos ya lo teníamos a salvo en la calle y lo llevamos a casa. Él siempre agradecido de nuestra amistad y compañía, y creo que todo los que lo rodeábamos también. Cuantas cosas por contar de un grande como era Luis.
Cachi Pajon: Mi historia con Luis fue algo increíble, yo ya había tenido tocadas con ellos en Santiago (mi ciudad natal), y después de la quinta tocada con ellos, los recitales ya eran en Tucumán; entonces me vine con todo, el teclado, el soporte, todo. En la terminal me estaba esperando Luisito hijo (en ese momento era plomo de Los Peces, yo nunca había tenido uno jajajaj), me dice «yo soy tu plomo» y me ayudo a cargar las cosas en el famoso Peugeot 504 del Gordo y cuando subí me dijo «que tal mijo como te fue en el viaje«. Desde ese momento Luis me abrió su corazón y las puertas de su casa, me brindó todo, sus amigos, su familia. Hace 24 años que vivo acá y él siempre me apoyo en todos mis proyectos paralelos que tuve, él me decía «métale mijo porque usted es muy talentoso, muy buen músico y buena persona».
Luis siempre estuvo y fue como nuestro papá porque tenía un corazón enorme y nos cuidaba a todos nosotros, semejante desgraciados y fiesteros que éramos jajajajjajaj, pero siempre estaba ahí y hacía cosas graciosas y de niños, nosotros siempre decíamos que él era un niño grande jajaajjaja. Me acuerdo una vez que estábamos grabando el disco «Corazon de Blues» en la Mosca Records (en Santiago) y para aquella época habían sacado un postrecito tipo Serenito de Hercules (por la película de Disney) y se había encaprichado con eso, y decía «quiero postrecito, sin postrecito no toco» jajajajaja un niño más, teníamos que conseguirle el postrecito al Gordo.
Como buenos Peces Gordos nunca faltaba la comida. Una vez nos vamos a tocar a Lules, y cuando llegamos ya había relojeado que había un puesto de choripanes; cuando terminamos de tocar salimos y nos fuimos a comer choripan y Luis encargo 15 choripanes jajajaj «para mis hijos , para mi papá, para mi suegra, etc…«, y nosotros le decíamos «Luis, no es mucho???» y él «no mijo así está bien«, entonces viene y los deja en la luneta de la Trafic y se va a cobrar (porque él era manager de la banda). No tenemos mejor idea que esconderle los choripanes; cuando vuelve, sube y no se da cuenta de los choris y emprendemos viaje a casa, pero en un momento dado empieza a buscar y a decir «donde están los choripanes, donde están los choripanes» se entra a desesperar y decía «con la comida no se juega mijo«. Cuando ya se había puesto nervioso le devolvimos lo choripanes, sabes que se enojó tanto que los tiro por la ventanilla, y nosotros le decíamos «no Luis no!!!» Tuvimos que volvernos en medio de la madrugada a buscar los choris con linternas jajajaj
Luis era un tipo de corazón enorme, no le importaba nada, ibas a su casa y te volvías a tu casa con algo que te regalaba, palillos, videos, CD’S, cualquier cosa te regalaba Luis, hacia todo para que te sientas como en tu casa. La noticia me impacto mucho, lo llore mucho al Gordo, porque realmente lo quise mucho y porque me dio muchísimo. Para mí es un orgullo que se lo siga recordando y sobre todo en la cultura del rock o de la música en general de Tucumán, porque dedico su vida a esto y tuvo muchísimos alumnos a los que les brindó todo.
Luis «El Negro» Sucar: Al «Maestro», lo conocí allá por el 84/85, él ya era Luis D’Orieux el baterista, el profesor y ejemplo para todos.
Siempre que me acercaba tenía un consejo para dar, eso no lo perdió nunca, muchas veces me ayudo con mi emprendimiento de backline (yo al ser guitarrista) conocía poco del mundo de las baterías, me recomendaba marcas, modelos y hasta me enseñó a afinar una batería.
Recuerdo haber compartido un almuerzo con su familia proyectando el show de Molotov en esa mesa y donde me dio la posibilidad de llevarme una de sus baterías siempre con un consejo de yapa..
Pero lo que siempre me marco, fue sus ganas de tocar y la decisión de ir como sea para adelante, aun cuando los médicos no se lo permitían o tenían que postergar una cirugía para cumplir en un show, eso es y será Luis, amor incondicional a la batería y a la música.
Peces Gordos – Blues del Barrio Oeste II
Daniel Amani: Lo vi tocar con su banda Fuzz en mi colegio, el Instituto Tecnico. Con el tiempo fui conociéndolo más, y compartiendo desde las visitas a su casa como lindas jams, cuando se daba la oportunidad.
Una vez estaba por salir al escenario con mi banda “Hades” y le comenté que estaba nervioso. Me dijo «Yo también siempre me pongo nervioso. El día que dejemos de ponernos nerviosos será el momento de retirarnos, porque significa que nos da igual tocar o no«. Y eso siempre me quedó grabado y lo repito a quién lo necesite. Como hizo Luis conmigo cuando yo estaba empezando.
Chechi Bazzano: Me acuerdo cuando lo conocí, yo tenía 17 años, era un estudiante recién llegado a Tucumán, Un día caminando paso por la 9 de Julio y desde el sótano de una confitería, en ese entonces «Hipocampo», salía sonidos de rock and roll, así que entre y vi que estaba sonando un cuarteto, Mario Salazar cantando, el Gordo en la bata (por supuesto), Luis Lezcano y el Conejo Herrera, en guitarra y bajo, el cuarteto se llamaba Fuzz y sonaban impresionante, para mí era increíble escuchar eso y me quede escuchando un rato largo ahí, cuando terminaron me acerque al Gordo a felicitarlos y a decirles lo bien que sonaban, y como pendejo bien descarado y cara dura le dije «yo toco la guitarra eléctrica» (yo en ese momento había tenido una bandita en el colegio, recién arrancaba), y Luis me dice, «trae la guitarra y veni a tocar con nosotros«, él ni me había escuchado. Me fui corriendo a buscar mi ampli y mi guitarra y me fui ahí a tocar, a la semana ya era un integrante más de la banda y ya estaba tocando con ellos, estuvimos un par de años componiendo y tocando en boliches y bares, lo pasábamos muy bien.
En esa época, para subir al escenario nos vestíamos cada uno como en su ocupación diaria, entonces como yo era estudiante de farmacia, me vestía con el delantal blanco, el Conejo se ponía un casco de operario amarillo porque trabajaba en Hierromat, Luis de traje porque era bancario y el Gordo de policía, él trabajaba en la parte de comunicaciones en la poli jajajajajaja. Lo tengo siempre en mi memoria por fue un ejemplo de persona, fue un hombre de un corazón enorme y abierto, super generoso, él te abría las puertas de su corazón para integrarte rápidamente. Como decía Iguana, el unía a la gente, unía a las personas, su casa era un lugar abierto para quien quiera acercarse a escuchar o a hacer música, siempre fue así. Lo extraño mucho y ya tenemos algo escrito para hacerle un tema a él y tenerlo presente en la música también…
Ricardo «Iguana» Abregu: Con el Gordo viví muchas cosas, divertidas en su mayoría, tristes algunas, producto de su enfermedad mayormente… Me acuerdo cuando se armó un tole-tole en la puerta de María Delirio que era un desparramó de gente a las piñas y el gordito salía caminando mientras se sacaba el cinto y con una tranquilidad los daba vueltas y les ataba las mano como si fueran esposas y les decía: «mijo, queda detenido» jajajajajaa (todos saben que él era sargento 1ro de la policia) nosotros matándonos a piñas y él ya tenía uno agarrado…
Después en los viajes lo hacíamos enojar (bahhh no lo lográbamos pero era el objetivo) lo imitábamos a él o le hacíamos sonidos parecidos al de su celular para que atienda durante todo el camino….
Lo extraño mucho, él fue un hermano, padre amigo para mí, nunca espere que nos deje así.
La cabeza me da vueltas y por ahí inconsciente digo dentro de mí: “hoy voy a ir a darle una vuelta al gordito”, hasta que caigo que ya no puedo y me ahogo. Ahora es parte del aire y de mi corazón
Fue es y será el padre del rock Tucumano…
La Gaceta – «reconocimiento en EE.UU.»
Pancho Gomez: Mi anécdota para con Luis es un tanto repetitiva, en el sentido que mi formación escénica era en una segunda línea a su derecha y eso, especialmente en los escenarios chicos, hacía que yo este pegado a su batería, si bien la hacía sonar excelente a la batería y hacia muchas cosas, no era ese típico baterista que cumplía y nada más, si no que el llenaba todos los espacios haciendo cosas, pero una de las características más sobresalientes de Luis era que tocaba muy fuerte, entonces al terminar cada show a su lado, yo salía aturdido y medio sordo, tan así fue que eso me lastimo, tengo una pequeña reducción en el tímpano, recuerdo que llevare de por vida del Gordo, sana con gusto no pica dice el dicho. Guardo conmigo los mejores recuerdos con Los Peces y con Luis.
Lichar Galvan: Tengo una muy linda anécdota con Luis. Una vez me llevan como asistente de sonido de Sales a Cafayate. Yo en ese tiempo no tenía el disco de «Los Peces», y eso que tenía una cierta amistad con los chicos, pero un día, justo en esa gira que estábamos haciendo Salta y Jujuy (Los Peces eran estrellas y Luis era venerado como un dios), me animo y le digo a Hugo (el eterno asistente de los Peces), “negro!! Me podes conseguir un disco por favor”, y él me dice, pedile a Luis, y yo le digo, no me animo, no tengo tanta confianza. El sargento era complicado jajajaj y tenía una pinta de bravo terrible. En un momento el me hace llamar a su habitación, la cual compartía con Huguito y me dice, «cuando quieras un disco de Los Peces, me lo pedís a mí, toma!!!!» Es así como yo tengo «Corazón de Blues«, entre mis más preciadas posesiones.
Tengo el honor y el orgullo de haber trabajado con él. Recuerdo una vez que me presento como hermano de la vida cuando a él lo nombraron ciudadano ilustre, había mucha gente sacándole fotos y yo no tenía ninguna foto con él, entonces me acerque y le dije «maestro, me puedo sacar una foto con usted?«, me miro y me dijo «hermano como estas!!!» y se puso hablar muchas cosas buenas de mi delante de un montón de gente que yo ni conocía, y él dijo «es uno de mis hermanos de la vida que me dio la música«. Se nos fue el Maestro, era un groso!!!!
Facundo Amaya: Cuando pienso en el gordo, me voy en el tiempo, más de 20 años atrás cuando empecé a tocar. Antes de internet, celus y todo eso. Me acuerdo que siendo chiquito cazaba la mochila con varios VHS vírgenes y me iba a la casa de Luis a grabar clínicas de bateros y recitales que solo él conseguía, no sé cómo.
Era pasar tardes enteras hablando de instrumentos y bateros. Un aprendizaje enorme, y sobre todo contagiarme de la pasión y el cariño por el instrumento y la profesión que él me transmitía. Absolutamente desinteresado y solidario de una manera absolutamente genuina. De ahí en más siempre fue una guía, un colega y sobre todo un gran amigo. Lo voy a extrañar!!!
Bateria TV año 2013 – «artista de la semana»
Carlos Coronel: Confieso que soy Baterista por Charly Alberti y obvio por Soda Stereo….recuerdo en la semana de la Escuela de Agricultura en Horco Molle donde yo estudié, se estrenaba la E.A.S. de la Unt (antes estaba detrás de la Maternidad). Corría el año 1993 y tocaba “Slap” una banda de covers y yo llegue para la prueba de sonido y estaban tocando una canción de Soda ….Imagínate!! No podría creer que alguien pueda tocar igual que Charly Alberti y me le acercó al batero, me presento y le digo que quería que me enseñara y me contesto “yo no enseño”, el que enseña es mi viejo. Este chico era Sergio Dorieux y me recomendaba verlo a Luis Dorieux. Justo conocía un amigo que vivía a una cuadra de Luis, en barrio Modelo, en aquel eterno pasaje Virrey Vertiz, Un día coordine con mi amigo y me lo presento, el Gordo estaba apoyado en una verja de madera improvisada que cubría el jardín a la entrada de su casa, y cuando entre lo primero que me dijo fue, “quédate tranquilo que te voy a enseñar todo lo que se”. Yo ese año formaba y debutaba como batero en Dick Ttacy con “Niebla Purpura”, yo tenía 17 Años (debutamos una semana antes que la 448 en ese mismo lugar), “Niebla” era mi banda de la adolescencia donde tocábamos covers de Jimy Hendrix, Eric Clapton, Charly, etc y teníamos temas propios. Este fue mi primer contacto con Luis
En el año 1997 le compro a Luis Dorieux una batería Tama roja que había traído de USA era la misma que usaba Lars Ulrich de Metallica, banda a la cual era más fanático que Soda. A medida que yo iba aprendiendo a tocar la bata, es como que me hice más metalero, cuando empecé a descubrir el instrumento siempre estuve en contacto con Luis porque tenía todo lo que uno necesitaba o te lo conseguía.
Un año después el destino me vuelve unir a Luis Dorieux y su fantástica familia en el año 1998. Me dicen que había una banda que se había quedado sin baterista y si quería tocar; cuando me dicen que la banda era “Alcanfor Para Gorrines” y el bajista era Luisito hijo yo dije «pero vamos«, dándome el lujo de ensayar en esa bendita sala.
Después las idas y vueltas de la vida hizo que yo dejara de tocar y siempre acudir al Gordo para que se encargue de todo y después como siempre le volvía a comprar otra bata hasta que llego el día que le compre la bata que hasta el día de hoy tengo, una Ludwig amarilla que jamás venderé y me la guardare como el trofeo más preciado que me dio la vida en la música.
En los primeros días de mayo de 2019 habíamos sido motivados para una reunión de bandas que dejaron huella en rock tucumano (Leyendas del Rock), nos activó a querer juntarnos a tocar de nuevo y ver qué pasa. Me contaba Luicito (hijo) que el Gordo estaba feliz de que vuelva “Alcanfor Para Gorriones”, y le dijo que me prestaba todo lo que necesite, que yo era parte de su familia. El día 28 de mayo de 2019 era el primer ensayo de la vuelta de “Alcanfor”, ese mismo día me llama Luisito hijo diciéndome que se suspendía el ensayo porque habían internado al Gordo de urgencia. El resto es historia y de la buena, de un gran tipo, un legendario, un MAESTRO que vaya si dejo huella en la música de Tucumán y de todos los géneros. Era, es y será EL MEJOR BATERISTA DE TUCUMAN.
El último contacto real con él, fue por mensaje donde yo le ponía que le ponga me gusta a mi página de DJ CARLITOSWAY con vinilos y me puso. Bien ahí Charly capo!!!
Pablo Yurko: Cuando lo conocí al Gordo yo ya sabía mucho de él, por todo lo que me había contado Cachi Pajon, así que el primer saludo fue un abrazo de «amigos».
Siempre generoso. En una época ensayábamos con él un homenaje a Pappo y me regaló un estuche. Me dijo «Entra tu pedalera en este estuche? Es tuyo«.
Uno de los mejores momentos con él fue un día del amigo, dónde le caímos a su casa. «Gordo que haces? “nada” ya vamos para ahí!!! Y se armó una zapada increíble.
En mí pasó por los Peces tuvimos muchas charlas, viajes, toques tremendos y toques difíciles, pero siempre un abrazo antes y después de cada show.
Programa «Desde la Vida» – La TV Publica
Este domingo 21 de Julio, se hará un recital homenaje al MAESTRO, para recaudar fondos y ayudar económicamente a Sil, esposa de nuestro querido Gordo. El evento se realizara en el Teatro Municipal Rosita Avila (Las Piedras 1500), Tocaran Copula, Mariela Narchi y Quique Yance Grupo, Cnota y Fuzz, la entrada cuesta $200 y la podrán adquirir en Swan Music (galería La Gaceta).
PD: Hasta siempre MAESTRO!!!!
Alvaro de la Vega